Cuando la Maternidad se Siente Difícil
La pregunta, “¿estare yo hecha para esto?” alguna vez te ha pasado por la mente cuestión a la maternidad? Si es así, no estás sola. La maternidad es un hermoso regalo, una bendición, un privilegio literal con capacidad total para llenarnos de alegría, asombro y plenitud indescriptible. Con todas sus virtudes, la maternidad tambien puede ser debilitante, abrumadora y dolorosa a la misma vez. Generalmente es durante estos tiempos difíciles cuando los sentimientos de culpa, insuficiencia y dudas sobre uno mismo comienzan a aparecer y las espirales mentales comienzan a atormentar sin piedad.
Las flores son frágiles y necesitan cuidados tiernos.
Tener una familia es costoso, no es cosa fácil. Requiere sacrificio, comprensión, interminables esfuerzos desinteresados, perdón diario y dedicación. La parte más desafiante de todo esto: permanecer. Este es un blog para cuando el viaje de la maternidad se vuelve difícil y el “enfoque correcto” para afrontar una situación particular puede no parecer alcanzable, accesible o posible. Es nuestra respuesta humana natural querer alejarnos de lo que nos resulta difícil. No es raro querer evitar cosas que nos hacen sentir incómodas, desafiadas, presionadas y estresadas una y otra vez. Entonces te entiendo.
Pero, ¿cómo podríamos “alejarnos” de nuestros hijos cuando sabemos lo vulnerables que son y lo mucho que dependen de nosotros para básicamente todo? Honestamente, ni siquiera se trata de encontrar el “enfoque correcto” para afrontar las situaciones difíciles que nos llevan a sentirnos estancados. Pero más sobre identificar el "mejor enfoque". Y el mejor enfoque suele comenzar con las madres, al reflexionar en si mismas cuando las cosas empiezan a sentirse difíciles.
Las flores necesitan agua para sobrevivir, ¿has pensado cómo pudieras regar y cuidar de ti hoy?
Gran parte de la crianza de los hijos consiste en atender las partes de la madre que necesita apoyo y comprensión, especialmente durante los momentos más difíciles. Nuestros hijos a menudo desencadenan los espacios secos, vacíos, no abordados y heridos dentro de nosotros. Las áreas que, si fuéramos completamente honestas, ya no pueden permanecer desatendidas pero que exigen una cuidadosa consideración y atención inmediata.
Las mamás merecen todas las flores
¡Sé amable contigo misma mamá! Tu haces mucho. Este es el momento de atender tus propias necesidades y áreas de agotamiento. Estoy aquí para animarte a ser compasiva. ¡Que experimentes un tipo de compasión que te motive a hacer algo para cuidar de ti! Porque tú importas. Eres importante. Dios te ama y quiere satisfacer tus necesidades. Aunque no existe nada parecido a una madre “perfecta”, si existen muchas vías y maneras de ser una madre increíble. ¡Y ya lo eres!
Así que respira profundamente.
Coloqua tu mano en tu corazón y siente el milagro de tu corazón latir.
Recibe un abrazo reconfortante del Padre.
Eres amada.
Eres muy amada mamá.