Sanando al Niño Interior
El niño interior se refiere al niño que fuiste antes de que te sucedieran todas esas cosas. Antes de que te quitaran la inocencia. Tal vez no tuviste una infancia “normal” y tuviste que tomar el role del padre o de adulto a una edad muy temprana. También podría ser que no tuvieras una figura paterna o materna que estuviera presente o lo suficiente como para satisfacer tus necesidades emocionales y/o físicas. Posiblemente crecer rápidamente fue tu forma de afrontar la situación y sobrevivir. Es posible que ni siquiera sepas o recuerdes lo que es sentirse protegido, provisto, cuidado o vivir una vida sin preocupaciones.
Pero, ¿qué pasa si regresas y te conectas con el núcleo de ese niño interior que tan buen trabajo haces para silenciar? Y le das voz. ¿Qué pasaría si le permitieras a ese niño hablar, expresarse y ser libre?
Llorar, gritar, reír, correr, jugar, y cantar.
Quizás tu versión adulta también se sentiría más libre. Menos restringida, menos presionada, más libre. Más dispuesta y capaz de amar y disfrutar la vida desde la perspectiva del juego. Desde los lentes de la alegría. Desde los lentes de la paz interior, la pureza y la inocencia. Desde los lentes de la libertad.
Quizás la forma en que eres padre sería diferente. Tal vez serías más amable, comprensivo, compasivo y afectuoso. Le permitirias a tus hijos recibir lo que alguna vez te faltó pero que aún necesitas desesperadamente.
Nunca superamos nuestra necesidad de un apego sano y seguro.
El momento de jugar es AHORA
Se supone que los niños deben ser protegidos, amados incondicionalmente, provistos, apreciados y adorados. Sentir que son el ser más sorprendente e importante del mundo. Se supone que deben ser celebrados, afirmados, escuchados con comprensión, mantenidos a salvo, darles una nutrición adecuada, un descanso y un sueño adecuados, ropa y refugio adecuados, atención médica suficiente y recibir abundante contacto apropiado (no sexual).
Pero, ¿qué sucede cuando un niño crece sin alguna de estas cosas?
¿Te ha faltado alguna de estas cosas?
Si te identificas, lo siento profundamente.
Quiero que sepas que esto NO fue tu culpa.
El apego comienza en el útero
Eres y serás siempre un hijo de Dios. Dios quiere invitarte a un viaje de sanidad de ese niño interior. Quiere recordarte que antes de formarte en el vientre de tu madre, Él te conocía. Que todos los días de tu vida están escritos en Su libro. Que Él tiene un plan y un propósito para ti. Un plan para prosperarte y no para hacerte daño. Déjalo entrar.
Solo cree